top of page
Verde (2).png

OCTAVA ESTACIÓN

  • Foto del escritor: Santuario San Judas Tadeo
    Santuario San Judas Tadeo
  • 7 mar
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: hace 7 días




Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén


Como cristianos, somos conscientes de que el vía crucis del Hijo de Dios no fue simplemente un camino hacia el lugar de la ofrende de su vida. Creemos que cada paso de Jesús, cada gesto o palabra suya, nos hablan, nos instruyen continuamente.

Con este Via-Crucis queremos participar –es decir- tener parte. Parte en la cruz de Cristo. Reconocer nuestra propia cruz, cargarla y caminar – sin dejarnos aplastar por su peso-. Caminar a través de la vida, imitando a Aquel que «soportó la cruz sin miedo a la infamia y está sentado a la diestra del trono de Dios»(Hb 12,2).


Pausa de silencio


OREMOS.

Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para que, siguiéndote en tu camino doloroso, valoremos el precio de nuestra redención y seamos dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. [JuanPablo II]


Octava Estación

JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN

G. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

R. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.


Meditación:

A pesar de su sufrimiento, Jesús se detiene para consolar a las mujeres que lloran por él. Este acto de amor nos muestra qué, incluso en medio de nuestras propias pruebas, estamos llamados a hacer Consuelo y Esperanza para los demás.


Padre Nuestro….

Dios te salve ….

Madre llena de dolor has que cuando espiremos nuestras almas entreguemos por tus manos al señor

Gloria al padre….

Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.


Gesto:

Ofrezcamos, palabras de aliento y esperanza a alguien que esté pasando por un momento difícil, recordándole el amor y la presencia de Dios en su vida.



ORACIÓN FINAL

Después de caminar contigo, en esta vida dolorosa, queremos guardar un silencio interior, sabiendo que dejaste de estar entre nosotros, pero qué has prometido volver. Esta es una despedida con la Esperanza de reencuentro. Contemplamos el dolor de cada una de las escenas o la mirada del amor y de la esperanza, es verdad que sólo tú puedes sacar bien del mal, y de este enorme mal, que es la muerte en la cruz,nos has traído el gozo de la salvación. Haz abierto las puertas del cielo y nos has hecho la invitación a cargar con nuestra cruz, para que al final de nuestros días vivamos contigo la dicha de la resurrección. Y aparte por Cristo Nuestro Señor, amén

Comments


bottom of page